es la que está loca por vivir, loca por hablar, loca por salvarse, con
ganas de todo al mismo tiempo. La gente que nunca bosteza ni habla de
lugares comunes...
Soy como la mujer tirita... Hay demasiados momentos en los que necesito una tirita. Ya sea por que me he cortado con el cuchillo, con un folio o con cualquier cosa estúpida que te puedas imaginar. O por que mi corte es de los que no se ven pero si se sienten. Y no hablo de los cortes pequeños que solo veo yo, xq los demás andan un poco mal de la vista, sino de los cortes sentimales/quejicosos que me ocurren sobre todo en primavera.
Y es que cuando dicen que la primavera la sangre altera, es por que es totalmente cierto. La primavera es la época del año que más trabajo tienen los psiquiatras, y digo psiquiatras que creo que son los que funcionan de forma más cuerda que los psicólogos, que por el contrario son los que necesitarían ir a terapia.
En fin, tiritas para todo. Tiritas para el corazón cuando llueve demasiados días y sin saberlo, se pone triste. Tiritas para la cabeza, que da vueltas sin parar, sin encontrar un sentido y viendo problemas inexistentes. Tiritas para los pies, por que aunque no duelan, no quieren moverse porque no le encuentran el sentido. Y es que cuanto menos se mueven, menos ganas tienen. Tiritas para las uñas, por que cuando los nervios acechan, las uñas desaparecen, y habiéndolo probado todo, las tiritas, reconvertidas esta vez en esmalte de uñas, hace que el plan funcione.
Lo bueno de las tiritas es que cuando quieres quitártelas, sólo tienes que tirar fuerte y desaparecen. Duele. Reduele. Pero sólo durante unos segundos. Tiras fuerte y hasta luego tirita, hasta luego primavera.
...Ganas inmensas de arrancar la primavera de cuajo y hacer que el verano inunde nuestras vidas.